martes, 26 de julio de 2011

No queria, pero...

Cuando finalmente la veas, vas a sentirte orgulloso, pero no de tu creación, sino de haberla abandonado. Enseñaste a través de la ausencia, del dolor, esa fue tu más magnifica acción para con ella, desaparecer.
Cuando finalmente la veas, quizá no sea usando la vista. Quizá la percibas desde alguna dimensión paralela, dudo que la veas en esta vida. Y dudo que exista otra vida para resarcirte.
Cuando finalmente la veas, maldecirás a tu soberbia por no haberte permitido verla antes. 
Cuando finalmente la veas, sin lugar a dudas será demasiado tarde. Y la gente miente, se hipnotiza idioticamente haciéndose creer a si misma que siempre hay segundas chances y que nunca es demasiado tarde. Se equivocan. Cuando la veas, finalmente, será tarde. Será tardísimo para que te dé un abrazo, será tarde para que te profese amor infinito, será tarde para tu beso de las buenas noches, pues ya habrá amanecido sola, con tu recuerdo clavado en las venas, supurando nostalgia de lo que nunca sucedió.
Cuando finalmente la veas, sabrás que tu ausencia la hizo mujer. Y llorarás una lágrima por cada sonrisa que no viste, por cada logro que no compartiste, por cada pensamiento suyo que debía pertenecerte y sólo fue desgracia.
Cuando finalmente la veas, no podrás verla en verdad, porque dejó de ser una niña. No podrás verla correr, jugar, abrazarte, no podrás dormirla en tus brazos, no podrás curarle una herida. Cuando la veas, la niña habrá muerto y la mujer que tomó su lugar, no sabrá quién eres.
Cuando finalmente la veas, morirás. Y trágicamente, morirás sin verla.

1 comentario:

  1. He leído poco tu blog pero me está gustando, sigo por aquí.
    Muy bonito escrito éste, un poco desgarrador.
    Saludos!

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